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"España pierde el tren, y no solo en los cítricos”

Rotundo y directo, Oliver Huesmann, miembro del Expert Commitee del Xinfandi Agriculture College, explica a Fruit Today cómo la globalización ha cambiado los flujos comerciales en el mundo.



Una persona como usted, consultor internacional, que vive a caballo entre Europa y el país que registra mayor desarrollo en el mundo, China, ¿qué opinión mantiene sobre el conflicto de intereses que ha vivido el sector citrícola español con la producción de Sudáfrica?

Le advierto que mi respuesta no va a gustar a mucha gente. Yo no veo problemática alguna con la presencia de producto sudafricano. Ayer se le echaba la culpa a Sudáfrica y mañana puede ser Egipto, Perú o Uruguay.

El problema es mucho más amplio y la causa es otra. Todo este efecto se basa en la rapidez de la globalización del sector. Hoy, una decisión política en cualquier parte del mundo o el cambio climático pueden afectar de lleno a cualquier sector. Otro problema es que en el sector hortofrutícola español, y no hablo solo de los cítricos, existe una fijación con el mercado europeo y cualquier nuevo competidor, provoca un colapso en un mercado que, generalmente, está al borde de la saturación.

El flujo de mercancías a nivel mundial ha aumentado y si nos fijamos en la guerra entre China y EEUU se observa que en esta campaña las ventas de naranjas americanas a China han disminuido. Este hecho genera un efecto dominó en todo el globo.


Los cítricos valencianos, en plena crisis, ¿pueden ver en China una oportunidad comercial o se nos han adelantado ya otros orígenes? 

Por supuesto que los cítricos valencianos tienen oportunidades en China todavía, y también todo el sector hortofrutícola; pero no sólo en China sino en toda Asia, donde existe una fuerte demanda de frutas y hortalizas. India cuenta casi con la misma cifra de habitantes que China y continúa creciendo. En Indonesia hay 300 millones de personas y existen otros países más pequeños, pero que llegan a sumar unos 2.000 millones de consumidores.

Hoy en día, vivimos un escenario de países altamente competidores como Perú, Chile, Egipto, Marruecos y Turquía. Son muy activos y están frecuentemente en todos los eventos para promocionar su origen. A España, por el contrario, no se le ve.

Creo también que ha existido una absoluta falta de apoyo por parte de nuestros políticos, que no han sido capaces de negociar acuerdos en tiempos justos y con condiciones viables.


¿Cree que España está dejando pasar oportunidades?

No es que lo crea, es que estoy seguro y lo he presenciado personalmente. Por ejemplo, en China Fruit Logistica 2018, no había representación de ninguna empresa citrícola española a pesar de que España cuenta con un protocolo de exportación desde 2005. En cambio, un consorcio italiano promocionaba la naranja con origen Valencia en una caja con marca italiana. En otro momento, hubo una presentación de productores y allí estaban los egipcios, y tan solo un expositor español de zumos de mango y fresa.

Esto es el símbolo de un fracaso a la hora de abrir un mercado. En 2005 se firmó el protocolo y no fue hasta 2014 cuando se empezaron a enviar naranjas españolas en cantidades significativas a China.

Además, hay que hablar de la hipocresía comercial que ejercen algunas compañías, que al tiempo que piden el cierre de fronteras para Sudáfrica, Egipto o Turquia dentro de la U.E., compiten en el mercado chino comprando naranja de origen egipcio para venderla en China; por no hablar de aquellos que venden directamente desde Sudáfrica a Holanda o Alemania competiendo así con ellos mismos.



¿Cree que podemos reclamar proteccionismo para los productos made in U.E o claramente vivimos en un mundo globalizado y debemos adaptarnos a estas y otras circunstancias?

Como he dicho antes, vivimos en un mundo totalmente globalizado. Algunos productores españoles ya lo demostrado saliendo de su entorno habitual y les va muy bien en sus nuevos mercados.

La globalización tampoco significa que tenemos que vender todos en China, India o Vietnam. Mercado global significa que tenemos que entender y aprender que nuestra competencia es ahora global.

Voy a ser muy rotundo y a muchos no les gustará lo que digo, pero es mi percepción y le pongo como ejemplo el mercado alemán, que tan bien conozco. Si miramos lo que acontece en el mercado germano, llego a la conclusión de que no nos hemos esforzado en ser competitivos. Mientras los peruanos, chilenos o mexicanos organizan misiones comerciales, analizan el mercado y sus clientes etc. e informan directamente al consumidor “muchos han estado en casa o incluso cobrando subvenciones de dónde sea”.

En Alemania se ha perdido la percepción de los productos con origen España. La comunicación con los consumidores nunca se ha trabajado porque no había necesidad. Se ha vivido de la herencia recibida, tiempos en los que España no tenía la competencia de otros países.

No hemos sabido invertir en mejoras, innovación o I+D y esto nos está pasando factura porque tenemos que competir con orígenes que tienen casi el mismo producto a menor precio.


Usted, como conocedor del mercado hortofrutícola y una gran experiencia en el mercado chino, ¿qué opina de estas dos cuestiones? Por un lado, firmamos acuerdos de exportación (el más reciente de uva) y por otro, perdemos la oportunidad de apoyar la creación de la “Moderna Ruta de la Seda”

En Pekín y como miembro del Expert Commitee del Xinfadi Agricultural College del que formo parte, tratamos este y otros temas, y le aseguro que no entiendo esta decisión, que demuestra la falta de visión internacional de nuestro país.

Por una parte, demandamos mayor número de protocolos: para la cereza, el kaki, los berries y, por otra parte, cerramos la puerta a futuras posibilidades.

Hay muchas formas y apoyos para internacionalizarse como Extenda y el ICEX o iniciativas privadas como la que represento yo con Eurofreshproduce.

En España tenemos fruta de la calidad de un Mercedes y deberíamos empezar a vender como un concesionario oficial de marca y no como un chiringuito de coches de segunda mano competiendo con los desguaces. Lo importante es salir y desarrollar una marca España fuerte que ayude a los productores españoles.



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